Como ya sabemos todos y todas en el barrio, el 25 de noviembre del pasado año, un grupo de operarios acompañados por la Policía Municipal procedieron a desmantelar el Bosque Urbano de Barajas. Se retiraron y tiraron a la basura todas las protecciones contra el ataque de los conejos (las personas que paseamos por allí sabemos que forman un auténtico “imperio”), los tutores de los árboles jóvenes, los letreros con los nombres de las personas a las que se dedicaba el árbol, o los nombres de los niños y niñas de los árboles que habían plantado. También se desmantelaron las ingeniosas instalaciones que permitían a todas las personas que quisieran ayudar en el riego durante el verano. No se salvaron las experiencias de nuevas técnicas de plantación como los jardines Miyawaki. Y en la basura acabaron los recuerdos personales que algunos vecinos habían dejado en recuerdo de personas fallecidas. La orden de desmantelamiento vino directamente de la Junta Municipal de Barajas, de la Señora Concejala Presidenta Sofía Miranda.
El pasado 21 de Diciembre se celebró, a solicitud de Más Madrid, un Pleno Extraordinario sobre el Bosque Urbano. Se proponía en nombre de este partido, el cese de nuevos ataques al bosque, y el permiso para que los vecinos y vecinas siguieran realizando sus prácticas de plantación y mantenimiento, junto a grupos como la Fundación Manantial, colegios públicos y concertados del Distrito. El PSOE añadió un párrafo reforzando esa petición.
La proposición tras un breve debate se llevó a voto y fue rechazada por mayoría por la suma de Ciudadanos, PP y Vox.
Así que el Bosque Urbano de Barajas, sin protección y cuidados está condenado, no va a resistir el ataque de los conejos y mucho menos la falta de riego. No sobrevivirá en los próximos meses.
El mismo día del Pleno, qué casualidad, el Ayuntamiento protegió 25 árboles con protecciones homologadas según ellos, por ser árboles “in memoriam” de alguna persona. Cómo supieron que árboles eran los elegidos, lo desconocemos. Tampoco se conocen las razones por las que esas protecciones son diferentes de las que los vecinos y vecinas habían puesto.
Lo peor fueron las mentiras desagradables que se utilizaron contra del Bosque y la sombra de la duda que se sembró sobre todas las personas que con buena fe habían actuado con un único fin: crear un espacio verde adecuado a las características del distrito. Todo ello con la participación vecinal que parece ser lo que menos gusta a quienes en la actualidad ocupan los altos cargos municipales. Las cosas que se pudieron escuchar fueron que algunos habían engañado a inocentes vecinos que plantaron con la idea de que era una plantación legal. Esta afirmación es totalmente falsa ya que nunca se ha ocultado la situación de la parcela.
La parcela sobre la que se asienta El Bosque Urbano de Barajas está calificada como Zona Verde Forestal, llena de restos de obra y basura hasta que la limpiaron los vecinos y vecinas voluntarios.
Además, todo el mundo es conocedor de la situación legal de la misma, ya que anteriores corporaciones municipales mostraron su interés en encontrar un marco jurídico adecuado para esta parcela y así hacer del Bosque Urbano de Barajas, un espacio legalizado en todos los sentidos.
En este sentido, dijeron qué no se había hecho nada por hacerlo legal, algo que como decimos es también falso puesto que hubo muchas reuniones e intentos de legalizarlo como los Huertos Urbanos y no fue posible por falta de tiempo en la anterior legislatura. Este Bosque ha conocido cuatro diferentes concejales.
La Señora Concejala Presidenta Sofía Miranda no ha querido tener reuniones para aclarar y avanzar el tema sobre la legalidad de nuestro Bosque Urbano.
La Sra. Concejala dijo que no había interlocutores para sentarse con ellos. Afirmación que también puede ser desmentida ya que se alude a las personas que lideran el Bosque Urbano de Barajas abiertamente en el Pleno, también ha tenido contacto con las Asociaciones Vecinales y otras organizaciones que apoyan este proyecto, la Junta también cuenta con la Mesa de Medio Ambiente que presentó diversas actuaciones aprobadas en los Presupuestos Participativos… En fin, una excusa sin fundamento alguno.
Se dijo que las protecciones de los arbolitos eran un peligro para las personas que pasean por el bosque (no tenemos argumentos para responder o comentar semejante absurdo), que los árboles estaban muy cerca unos de otros y no eran autóctonos. Se han plantado los siguientes árboles... no creemos que el Parque del Capricho construido entre el siglo XVIII y XIX fuera plantado alineando los árboles por filas, sino creando un paisaje apropiado para el entorno. Tampoco que el Ayuntamiento plante en la ciudad árboles autóctonos, ni por asomo. No hay más que ver…
¿En qué situación queda el Bosque y la parcela?
Han desaparecido ya muchos árboles pequeños devorados por los conejos que están royendo también la corteza de árboles grandes. Los vecinos y vecinas que plantaban y mantenían disfrutando de ocio sano, al aire libre, muchas veces con hijos y abuelos, se quedarán sin ese disfrute. Los niños y niñas de los colegios verán morir sus arbolitos. La Fundación que traía a colaborar a sus pacientes se queda sin esa interesante colaboración.
¿A quién se perjudicaba?
Absolutamente a nadie. No había ningún pensamiento de ocupación, no se quitaba a persona propiedad ni bien alguno, no se restringía ningún paso, no dificultaba la práctica deportiva sino todo lo contrario (algo que debería animar a la Sra. Concejala puesto que es la Concejala de Deportes del Ayto. de Madrid). Tampoco el grupo de vecinas y vecinos se negaba a llegar un acuerdo para conciliar intereses, aunque el Ayuntamiento no ha manifestado interés alguno por esa parcela en treinta años. Pero aún así era posible sentarse y hablar, porque el diálogo precisamente es lo que reclamaban las personas amantes del Bosque Urbano de Barajas y toda persona con sentido común (y político). Pero debe ser que el diálogo no está de moda entre la praxis política como tampoco lo está la empatía por el esfuerzo de las personas que sí queremos este barrio y vivimos en él. Lo cierto es que el interés mostrado por desmantelar progresivamente el Bosque sí debería de aplicarse a limpiar de basura y escombros todos los alrededores (donde los vecinos y vecinas no han actuado), a mantener limpios y vivos los escasísimos espacios verdes de todo el Casco Antiguo de Barajas o a limpiar las hojas y arreglar los árboles de la Avenida de Logroño de Barajas.
Paradójicamente, al mismo tiempo que se procede a desmantelar el Bosque Urbano de Barajas se hace una campaña política acerca de la plantación del Bosque Metropolitano, de un supuesto Madrid verde (verde pero a su estilo). Pero aquí no ven ningún problema o conflicto vecinal, sino que fomentan que en otros distritos los vecinos y las vecinas planten y mejoren su entorno.
En resumen, aquí seguiremos sin Biblioteca, sin piscina, sin pistas deportivas, con muchos coches y convirtiendo nuestro Pueblo de Barajas en una ciudad dormitorio. Y aunque estamos muy apenados y apenadas, pero seguiremos buscando el diálogo y batallando por un barrio con espíritu de pueblo de más habitable para sus vecinas y vecinos actuales y futuros.
Comments